Sobre sinergias, cuentos y una arquitectura que una vez se enamoró de la narrativa cinematográfica, porque tanto edificar y habitar, como proyectar películas, genera experiencias.
https://anchor.fm/s/fb1db7c/podcast/rssSiempre me ha llamado la atención las sinergias, creo que suman mucho, enriquecen y aportan. Cuando se aproximaba mi tesis de pregrado, sentía que tenía que tocar un tema que me llenara mucho, pues era la primera vez que tendría la oportunidad de hacer un proyecto de arquitectura por mí misma y bajo mis propios principios, conocimientos y parámetros (¡qué rico hacer tesis!), antes de éso te toca trabajar en proyectos de otros y después, pueeees, uhhhmm, eso dependerá de ti.
Una tesis de arquitectura y narrativa cinematográfica
Luego de varios meses y muchas vueltas a la cabeza, decidí que mi proyecto de grado sería sobre algo que me había faltado aprender y lo consideraba importante para hacer arquitectura: Una sinergia junto al cine, pero que -evidentemente- fuese enriquecedor y comprendido por los arquitectos.
Para mi INtranquilidad, cuando empiezo a buscar sobre «la relación entre el cine y la arquitectura» aparecía mucha información desde el lado cinematográfico, ¡y cómo no!, si el cine usa mucho edificio, ciudad y hasta espacios construidos sólo para sus propios escenarios; ejemplo de ello: Inception, Dogville, Metrópolis o The Shining; -por mencionar sólo algunas-, pero conchale, eso no era lo que yo buscaba, yo quería saber qué tenía que ver la narrativa con diseñar espacios.
Si no hubiese sido por Rem Koolhaas (arquitecto neerlandés) -y más tarde por otras personas (re)buscadas-, no sé qué hubiese sido de mi tesis. En él encontré justo lo que buscaba: una arquitectura que se hiciera desde la narrativa cinematográfica. Evidentemente toqué otros conceptos, pues todo esto es tan integral que no se puede prescindir de -por ejemplo- la arquitectura emocional, que fue un tema del que hablé anteriormente aquí:
Del preámbulo al porqué
Hacer arquitectura es como escribir un cuento
Mi tesis la conceptualicé a partir de una historia, y de allí determiné emociones que se experimentan en cada espacio, luego las enlacé con conectores -tal cual como cuando escribes-, y las hice tangibles por medio de formas que representaran lo que yo quería hacer sentir. ¿Lindo, no? Pues después de terminada y presentada, mi hija (la tesis) terminó saliendo en las memorias de la trienal de investigación de la UCV, en el 2017. 🤓
Suelo pensar la arquitectura desde lo emocional, desde lo habitable, desde la experiencia del usuario, su historia. Imagino primero qué quiero sentir en esos espacios antes que la forma del edificio. Proyecto primero cuánta vegetación o de qué modo la luz solar entrará, antes que los mismísimos metros cuadrados del proyecto.
Siempre había querido hablar al respecto, exponer la importancia de escribir como parte del pensamiento proyectual; que la arquitectura es como un cuento que también podemos recorrer con nuestra capacidad imaginativa, porque en el espacio que se idea y que se crea suceden historias.
Arquitectura y Narrativa Cinematográfica
Hacer un cuento es pensar en narrativa, es decir, pensar en un inicio, un desarrollo y un desenlace. Digamos que la arquitectura clásica -ésa cargada de ornamento y complejidades- tiene mucho que ver con la narrativa clásica, la de cinco actos y varios puntos de inflexión. Y la arquitectura moderna se relaciona con la narrativa americana, la de tres actos, menos puntos de inflexión; pues se vuelve más permeable, abstracta y conceptual.
Existen ciertas arquitecturas que funcionan como textos, que disloca el sentido tradicional entre forma y significado. Sus estructuras responden a la formulación de una determinada estructura literaria. No representan una narrativa, sino la estructura de una forma narrativa.
Pérez Romero, Manuel Agustín (2000).
Hablando y hablando un día surgió una frase, con la cual nos hemos identificado y a la que le hemos hecho tanto honor, que hasta productos ahora tenemos. 😉
El proceso de diseño no es lineal, es cíclico como el de las historias, y si se le ve en 3D es espiral.
Hacer Arquitectura desde la idea de la narrativa cinematográfica es entonces imaginar personas, nexos, historias, vidas; es pensar en un hall de entrada, una estructura vertical u horizontal que plantea diversidad de espacios. Es pensar en un escenario de cierre, que te de la convicción de haberlo vivido todo a tu manera, de haberlo contemplado, recreado y hasta compartido con alguien más, como cuando vamos al cine con compañía.
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